Yamaha ha empezado a comercializar la nueva V-Max, una moto con una gran potencia y fuerza bruta que ha tenido una gran aceptación en nuestro país. La saga de las V-Max empezó en el 1986, cuando Yamaha se propuso crear una motocicleta a la americana.
A mediados de los 80, Yamaha buscaba ideas para desarrollar un modelo que le permitiese penetrar con fuerza en el pujante mercado americano. Para ello mandaron a un equipo japonés que, sorprendido, asistió a una carrera de dragsters, un deporte totalmente desconocido en un país en que prima la agilidad y manejabilidad frente a la fuerza bruta. Los espectaculares modelos que allí vieron fueron el germen de una moto que mezclaría los conceptos custom y dragster como nunca se había hecho hasta el momento, y que básicamente nunca se volvió a hacer al menos con tanto acierto y éxito. Esa moto fue la mítica V-Max, que se convirtió en la primera de un nuevo segmento, las “muscle bikes”. Su diseño fue tan espectacular y sus prestaciones tan estratosféricas que se adelantaron casi un cuarto de siglo a su época, y buena muestra de ello es que Yamaha ha tenido que esperar 24 años para encontrarle una digna heredera: La nueva bestia V-Max 1700.
Sí, hemos tenido que esperar mucho tiempo pero os aseguro que ha valido la pena.
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